lunes, 13 de julio de 2020

Semana del 13-17 de julio de 2020: Guía de ética



ESTRATEGIA “APRENDE EN CASA” - Semana del 13 al 17 de julio de 2020




CURSO
 301
DOCENTE
Karent Beltrán Suárez
ASIGNATURA
Ética
CORREO ELECTRÓNICO DEL DOCENTE
FECHA DE ENTREGA MÁXIMA
Viernes 17 de julio de 2020

NOTA: Tener en cuenta lo siguiente:
·         Esta guía debe ser realizada en su totalidad, no se calificará si está incompleta.
·         Son los estudiantes quienes deben desarrollar las actividades, escribiendo o realizando los dibujos etc, no los padres o acudientes. Si se encuentra que alguna parte de la actividad está desarrollada por un adulto, esta no se tendrá en cuenta en el momento de calificar.
·         Realizar la actividad en el cuaderno, con letra clara y legible, usando un buen lápiz o esfero, tener en cuenta el orden y buena presentación.

Por favor leer detenidamente la información de la lectura antes de empezar a contestar las preguntas. Puede leerla varias veces y en voz alta, para su mayor comprensión. No es necesario copiar en el cuaderno las lecturas. Las actividades si deben ser desarrolladas en el cuaderno. 








LECTURA DE INTRODUCCIÓN: EL RESPETO HACIA LOS DEMÁS

EL respeto es uno de los principales atributos que un individuo debe ejercer a la hora de relacionarse con su entorno, puesto que ser respetuoso con los otros le asegura un mejor nivel de convivencia y aceptación. De esta forma, el respeto en el trato con otras personas se identifica por actitudes claras a la hora de comunicarse, entre las cuales resaltan:
1.- Dirigirse a la otra persona con un tono de voz agradable, evitando a toda costa los gritos.
2.- Emplear normas de cortesía: Buenos días, por favor, gracias, etc.
3.- Ver a la persona a los ojos cuando se le habla.
4.- Escucharla con atención.
5.- Respetar sus puntos de vista, aun cuando no se piense de la misma manera.

CUENTO: LAS DOS VASIJAS

Había una vez un aguador que vivía en la India. Su trabajo consistía en recoger agua para después venderla y ganar unas monedas. No tenía burro de carga, así que la única manera que tenía para transportarla era en dos vasijas colocadas una a cada extremo de un largo palo que colocaba sobre sus hombros.



El hombre caminaba largos trayectos cargando las vasijas, primero llenas y vacías a la vuelta. Una de ellas era muy antigua y tenía varias grietas por las que se escapaba el agua. En cambio la otra estaba en perfecto estado y guardaba bien el agua, que llegaba intacta e incluso muy fresca a su destino.
La vasija que no tenía grietas se sentía maravillosamente. Había sido fabricada para realizar la función de transportar agua y cumplía su cometido sin problemas.
– ¡El aguador tiene que estar muy orgulloso de mí! – presumía ante su compañera.
En cambio, la vasija agrietada se sentía fatal. Se veía a sí misma defectuosa y torpe porque iba derramando lo que había en su interior. Un día, cuando tocaba regresar a casa, le dijo al hombre unas sinceras palabras.
– Lo siento muchísimo… Es vergonzoso para mí no poder cumplir mi obligación como es debido. Con cada movimiento se escapa el líquido que llevo dentro porque soy imperfecta. Cuando – llegamos al mercado, la mitad de mi agua ha desaparecido por el camino.
El aguador, que era bueno y sensible, miró con cariño a la apenada  vasija y le habló serenamente.
– ¿Te has fijado en las flores que hay por la senda que recorremos cada día?
– No, señor… Lo cierto es que no.
– Pues ahora las verás ¡Son increíblemente hermosas!
Emprendieron la vuelta al hogar y la vasija, bajando la mirada, vio cómo  los pétalos de cientos de flores de todos los colores se abrían a su paso.
– ¡Ahí las tienes! Son una preciosidad ¿verdad? Quiero que sepas que esas hermosas flores están ahí gracias a ti.
– ¿A mí, señor?…
La vasija le miró con incredulidad. No entendía nada y sólo sentía pena por su dueño y por ella misma.
– Sí… ¡Fíjate bien! Las flores sólo están a tu lado del camino. Siempre he sabido que no eras perfecta y que el agua se escurría por tus grietas, así que planté semillas por debajo de donde tú pasabas cada día para que las fueras regando durante el trayecto. Aunque no te hayas dado cuenta, todo este tiempo has hecho un trabajo maravilloso y has conseguido crear mucha belleza a tu alrededor.
La vasija se sintió muy bien contemplando lo florido y lleno de color que estaba todo bajo sus pies ¡Y lo había conseguido ella solita!
Comprendió lo que el aguador quería transmitirle: todos en esta vida tenemos capacidades para hacer cosas maravillosas aunque no seamos perfectos. En realidad, nadie lo es. Hay que pensar que, incluso de nuestros defectos, podemos sacar cosas buenas para nosotros mismos y para el bien de los demás.

ACTIVIDAD (desarrollar en el cuaderno, teniendo en cuenta la lectura anterior)

Responde las siguientes preguntas:
1.    ¿Qué características tenían las vasijas que usaba el aguador?
2.    ¿Cómo se sentía la vasija en buen estado y la vasija antigua?
3.    ¿Cómo reaccionó el hombre cuando la vasija antigua se disculpó por no cumplir su labor a la perfección? ¿Qué le dijo?
4.    ¿Qué aprendiste de la historia?
5.    Realiza un dibujo ilustrando la labor de la vasija antigua al regar las flores del camino.



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