CURSO
|
301
|
DOCENTE
|
Karent
Beltrán Suárez
|
ASIGNATURA
|
Ética
|
||
CORREO
ELECTRÓNICO DEL DOCENTE
|
|||
FECHA
DE ENTREGA MÁXIMA
|
Viernes, 22 de Mayo de 2020 |
NOTA: Tener en cuenta lo
siguiente:
·
Esta guía debe ser realizada en su totalidad, no se calificará si está
incompleta.
·
Son los estudiantes quienes deben desarrollar las actividades,
escribiendo o realizando los dibujos etc, no los padres o acudientes. Si se
encuentra que alguna parte de la actividad está desarrollada por un adulto,
esta no se tendrá en cuenta en el momento de calificar.
·
Realizar la actividad en el cuaderno, con letra clara y
legible, usando un buen lápiz o esfero, tener en cuenta el orden y buena
presentación.
Por favor leer
detenidamente la información de la lectura antes de empezar a contestar las
preguntas. Puede leerla varias veces y en voz alta, para su mayor comprensión.
No es necesario copiar en el cuaderno las lecturas. Las actividades si
deben ser desarrolladas en el cuaderno.
LECTURA DE INTRODUCCIÓN: LA
PUNTUALIDAD Y LA HONESTIDAD
El
valor de la puntualidad es la disciplina de estar a tiempo para cumplir
nuestras obligaciones: una cita del trabajo, una reunión de amigos, un
compromiso de la oficina, un trabajo pendiente por entregar.
La honestidad debe ser
resultado de una elección personal, es una manera de actuar que adoptamos
libremente porque consideramos que es lo mejor. A veces, se trata de una
decisión difícil, pues trae consigo una pérdida o un sacrificio. Ser
honesto significa, pues, decidir que vamos a conducirnos con rectitud, justicia
y honradez frente a los desafíos que nos plantea la realidad; quiere decir que
no vamos a mentir, robar, engañar o hacer trampa, aun cuando esto nos pueda
producir algún beneficio.
CUENTO:
EL TIGRE Y LA VACA
Estaba una vaca pastando
tranquila cuando de repente escuchó un llanto desconsolado, que venía
de entre unos matorrales. Se acercó para ver qué sucedía, y se encontró a un
tigre, atrapado por el tronco de un árbol que había caído sobre él. El pobre
tigre estaba atrapado y malherido. El tigre se puso muy contento al ver a la
vaca, y le suplicó:
- ¡Por favor, ayúdame a
salir de aquí! Yo solo no puedo librarme de este tronco...
La vaca sentía pena y quería ayudarle, pero también pensó
que si lo hacía, el tigre podría después atacarla. Pero el tigre, al verla
dudar, volvió a decir:
- Por favor, vaca. Si me
ayudas, no te haré ningún daño. Te lo prometo.
La vaca tenía miedo, porque no
se fiaba demasiado del tigre. Pero su buen corazón le
hizo recapacitar. Ella siempre quería ser una vaca buena y tenía que obrar
siguiendo estos principios, así que, arriesgándose, la vaca empujó el tronco
con la cabeza y consiguió liberar al tigre.
El tigre salió corriendo en
cuanto se sintió liberado. Estaba herido, agotado, y sobre todo, hambriento. Y
de pronto miró a la vaca relamiéndose. Llevaba una semana sin comer, y la
vaca era antes sus ojos un delicioso manjar. El tigre se acercó a ella y
la vaca, que se dio cuenta en seguida de lo que pretendía, le dijo, superando
el miedo que sentía:
- ¡Tigre! ¡No puedes comerme!
¡Me lo prometiste! ¡Te acabo de salvar la vida!
- Lo sé - contestó el tigre- Pero si
no te cómo, moriré de hambre. ¡No tengo elección!
Y cuando el tigre ya estaba a
punto de abalanzarse sobre la vaca, apareció por allí un inteligente y dulce
conejo, que alarmado al ver aquella escena, preguntó:
- ¿Pero qué ocurre aquí? ¿Por
qué estáis discutiendo?
La vaca le explicó aliviada lo
que sucedía, y le contó cómo salvó al tigre y éste le prometió no hacerle daño,
y de cómo el tigre quiere ahora romper su promesa. Y el tigre, por su parte, le
explicó al conejo por qué debe comerse a la vaca, justificando así la
mentira que le había dicho a la vaca.
El conejo, famoso en el lugar
por ser capaz de resolver conflictos muy
complejos, pensó durante un rato, después de haber escuchado las dos
versiones, y dijo:
- Para dar a conocer mi
veredicto, necesito comprobar en el lugar de los hechos cómo sucedió todo. Por
favor, ¿podéis explicarme bien lo que pasó, recreándolo de nuevo?
Así que pidió al tigre que
volviera a colocarse en el mismo lugar donde la vaca le encontró, y a la vaca
que colocara de nuevo el tronco de árbol sobre el tigre. De esta forma
podría volver a revivir la escena...
El tigre, inmovilizado de
nuevo, dijo:
- Así estaba yo cuando llegó
la vaca...
En ese momento, el conejo se
volvió a la vaca y dijo:
- ¡Huye, vaca, es tu momento
para escapar!
La vaca no se lo pensó dos
veces y echó a correr. Y el conejo, una vez seguro de que la vaca estaba lejos,
ayudó al tigre a salir de allí y le dijo:
- Tigre, espero que hayas
aprendido la lección. Jamás vuelvas a usar la mentira para tus propios
intereses. Y sobre todo: se honesto y nunca rompas una promesa
El
tigre, arrepentido, se marchó con la cabeza agachada, reflexionando y muerto de
hambre. Acababa de aprender la importancia de un valor esencial: la honestidad.
Responde
las siguientes preguntas:
1.
¿Qué le pasaba al tigre? ¿Por qué
lloraba?
2.
¿Qué le prometió el tigre a la vaca si le
ayudaba? ¿Lo cumplió?
3.
¿Por qué dijo el tigre que necesitaba
comerse a la vaca?
4.
¿Qué hizo el conejo para resolver el
problema?
5.
Dibuja lo que más te gusto del cuento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario